EL PUENTE DE LEONARDO DA VINCI

Carlos Calvimontes Rojas

 

El puente diseñado por Leonardo da Vinci hace cinco siglos destinado a unir Europa con Asia sobre el estuario del Cuerno de Oro en la entrada al estrecho del Bósforo está íntegramente configurado con formas parabólicas que se pueden definir con el Número de Oro, F, en una solución que reúne belleza, facilidad constructiva, ahorro de materiales y una calidad estructural que le proporciona gran estabilidad longitudinal y lateral, en un conjunto que tiene una completa armonía entre sus partes por su concepción totalmente parabólica.

 

La prensa mundial se ha ocupado ampliamente de la recreación del puente ideado por Leonardo da Vinci por ingenieros del MIT que han demostrado con una maqueta la estabilidad de la obra por el 'valor de la geometría frente a sofisticadas tecnologías actuales'. Con ella, lo que ellos han llamado “un arco aplanado” es un arco parabólico y cuando mencionan que “Leonardo propuso estribos que se extendían hacia afuera a cada lado” se refieren a la abertura parabólica de esos estribos. Lo correcto por definitorio sería decir que toda su geometría es un conjunto de parábolas.

Aunque Leonardo da Vinci no haya utilizado el Número de Oro, en su genialidad empleó formas parabólicas en el diseño de ese puente en ménsula con gran estabilidad para cubrir una gran distancia (unos 280 m de largo y una luz de 240 m) sin soportes intermedios y con un gálibo que hubiese permitido el paso por debajo de embarcaciones con velamen, como muestra su diseño. Recién después de más de tres siglos y medio de ese diseño, el primer puente moderno en ménsula fue la solución de una obra ferroviaria en Hassfurt, Alemania.

Lo del MIT, aunque a escala, no recrea por primera vez lo concebido por Leonardo, sí demuestra sus buenas condiciones estructurales —por los materiales utilizados semejantes a lo que pudo haber pensado el genio lo mismo que el proceso constructivo—, con el mismo diseño pero de acero y homigón el Puente Storseisundet inaugurado hace 30 años es parte de la "La carretera del Atlántica" en Noruega. Tiene 260 metros de largo, una luz de 130 m y un gálibo máximo de 23 m, siendo conocido como “la construcción noruega del siglo”.

Pero hubo otras recreaciones. En Finlandia a mediados de 2016 estudiantes de la Universidad de Tecnología de Eindhoven se inspiraron en la obra de Leonardo para levantar el puente de hielo más grande del mundo, con una mezcla de hielo y una mínima parte de fibra de papel, mezcla que una vez congelada adquirió gran resistencia. El equipo constructor trabajó en turnos escalonados, 24 horas al día, siete días a la semana y durante siete semanas. Después de que el puente de hielo se derritió en primavera la fibra de papel se utilizó como abono.

También, diez años antes, en 1996 un artista noruego, Vebjørn Sand propuso a la Administración de Caminos Públicos Noruegos el Proyecto de Puente de Leonardo y su sueño se hizo realidad en 2001, un pequeño puente basado en el diseño original de Da Vinci fue construido cerca de la ciudad de As, uniendo Oslo con Estocolmo. El encargado de transformar el diseño básico fue Knut Atle Selberg arquitecto y urbanista. El puente es de vigas de madera con un largo total de 108 m, altura de 10 m y el paso de 5 m de ancho para peatones y ciclistas.


Finalmente, después de cinco siglos la concepción de Leonardo da Vinci de cruzar el Cuerno de Oro, de hermoso paisaje, será el primer proyecto arquitectónico del genio renacentista que se realice en tamaño y función reales, según lo anunciado en mayo de 2006 con los estudios de viabilidad y planificación que se iniciaron en 1999, para que el  puente sea una copia exacta del diseño de Leonardo; tendrá un solo vano de 240 m, una anchura de 8 m y un gálibo en su parte central de 24 m. La realidad de una maravillosa concepción.

El conocimiento de la configuración de la parábola según el Número de Oro fue logrado al haberse encontrado esa figura geométrica en la parte alargada de la sección longitudinal del huevo de gallina, dentro de la vesica piscis, con su forma dada por el Número de Oro. El resultado aporta al mejor conocimiento de la parábola, con sus proporciones perfectamente definidas en todas sus partes por el canon de la armonía universal. Eso demuestra y explica cómo el diseño con formas parabólicas logra la armonía entre diferentes partes de una obra.

 

 

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